Prof. Dr. José M. De Teresa | Vebleo
Desde que las mascarillas se convirtieron en obligatorias y en un elemento esencial en la lucha contra el coronavirus, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha sido uno de los principales impulsores de estos equipos de protección individual (EPI) en España. Unos artículos que la institución supo desarrollar a partir de su tecnología, s, y que ahora ha vuelto a poner en el mercado, con vistas a volver a ser un éxito de ventas, gracias a sus increíbles prestaciones y a su uso de hasta 48 horas.
Así, con una duración de hasta 48 horas, su principal novedad es que están fabricadas con un grosor 60 veces más fino que las normales. Esto se ha conseguido gracias al innovador material filtrante con nanofibras que ha desarrollado el propio CSIC y que permite un mayor filtrado.
“Hemos visto que durante 48 horas de uso no se alteran las propiedades de filtración”, ha asegurado el director del proyecto, José María Lagarón, quien considera que podrían utilizarse durante más tiempo sin perder sus propiedades. “No hablamos de llevarlas 48 horas, sino dos días quitándolas para comer y dormir”.
Nanofibras para mejorar las mascarillas N-95
La mascarilla, disponible en PROVEIL.ES, es compostable y está fabricada con materias primas naturales que ayudan a cuidar el medio ambiente. Sus componentes se descompondrán en agua y CO2 con el tiempo, evitando que millones de toneladas de plástico lleguen a los océanos. Toda la gama de EPI y mascarillas quirúrgicas PROVEIL® disponibles en la web se fabrican utilizando un 30% menos de plástico, en un guiño al compromiso de la empresa con el medio ambiente.
Para evitar la proliferación de mascarillas usadas como residuo contaminante, José María Lagarón propone “recogerlas y reutilizarlas como otros productos o para producir energía. La forma más sostenible es aprovechar las materias primas derivadas de la biomasa y/o los residuos y reciclarlas orgánicamente en forma de compostaje industrial para devolver el carbono al suelo”.
CSIC: Vídeo institucional
“El virus SARS-CoV-2 viaja en el aire dentro de gotitas líquidas emitidas al toser, estornudar, pero también al hablar normalmente. Las partículas grandes (de más de 5 μm) se sedimentan rápidamente, pero las gotitas más pequeñas pueden permanecer en el aire durante mucho tiempo y penetrar en las vías respiratorias. Es importante protegerse y proteger a los demás de la inhalación de gotitas utilizando mascarillas”.
Cada tipo de mascarilla debe cumplir normas distintas. Hay mascarillas quirúrgicas que filtran al menos el 95% de las partículas de 3 micras suspendidas en el aire y están pensadas sobre todo para proteger el entorno del usuario. Los respiradores de partículas son teóricamente más eficaces y tienen que cumplir una norma relativa a la filtración de 0,3 μm. Las mascarillas conocidas como N95 cumplen la norma estadounidense, mientras que los respiradores FFP (pieza facial filtrante) cumplen las normas europeas. Las mascarillas N95 capturan al menos el 95% de las partículas de 0,3 μm, mientras que las FFP2 y FFP3 detienen al menos el 94% y el 99% de dichas partículas, respectivamente. Estas son las mascarillas que se analizaron en los estudios aquí descritos.
Deposición selectiva de películas finas sobre microdispositivos (IMB-CNM
La unidad asociada del CSIC en Tecnología de Polímeros de la Universitat Jaume I, dirigida por Luis Cabedo del Departamento de Ingeniería y Diseño de Sistemas, participa en un proyecto liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto con la empresa Bioinicia S.L., spin-off del CSIC y el Instituto Tecnológico Textil (AITEX), para desarrollar filtros antivirales biodegradables para la fabricación de mascarillas protectoras.
Los desarrollos realizados hasta el momento han alcanzado niveles de filtración certificados FFP3, lo que indica que de cada cien virus que intentan atravesar el filtro, sólo uno o menos lo consigue potencialmente. José María Lagarón señala que “los estudios desarrollados en instalaciones certificadas demuestran que ya estamos en valores de 0,079 de porcentaje de penetración de aerosoles de parafina modelo, lo que implica que es muy eficaz. Además, hay que destacar que estos niveles de filtración son muy difíciles de conseguir en materiales multicapa tan finos, con espesores inferiores a 300 micras”.